xTool: producto y emprendimiento de diseñadores venezolanos en NY
Ahora en Kickstarter: XTOOL: a crate-ful, stackable, storage, stool!!!
Mateo Pinto y Carolina Cisneros son dos arquitectos venezolanos que en 2005 vinieron a pasar “un verano en Nueva York” y aquí se quedaron. Con la experiencia de haber trabajado en Venezuela por varios años con diferentes materiales, se montan en un emprendimiento que surge de la necesidad de convertir el trabajo experimental en productos. Los objetos “más que productos siempre fueron experimentos de diseño como parte de nuestros proyectos de arquitectura”, expresa el propio Mateo. Así deciden fundar Combo Colab y el primer producto es la xTool, parte de una línea que ellos llaman “Create & Play”, una familia de muebles modulares que usan gaveras plásticas y contrachapado de madera.
El desarrollo de productos es un proceso muy particular que puede ser descrito de forma muy general, pero que en cada caso tiene ingredientes que construyen una historia diferente. En este tipo de desarrollo, cuando se trata de emprendimientos, los diseñadores cumplen el rol de empresarios y promotores de sus ideas. El proyecto y acercamiento a un producto de uso cotidiano, sumado a la elaboración de un modelo de negocio que permita ponerlo a la disposición del mercado, construyen una actividad muy frecuente en el ejercicio profesional que busca la gestión de productos propios, además de atender el proyecto por encargo.
En la xTool «la idea fue surgiendo a partir del uso de la gaveras de leche para nuestros propios muebles en casa; de nuestra fascinación por coleccionar estos amigos de plástico que te encuentras en cada esquina y te resuelven tu primer banco o mesita cuándo te mudas, o la primera biblioteca donde los libros pasan de cajones de transporte a exhibición, tan solo apilándolos de lado. La noción de ese supuesto ‘vivir temporal’ en otro país fue el primer uso intuitivo de estas cajas, ¿para qué comprar muebles si no sabemos cuándo nos vamos?. Y así fuimos haciendo uso de ellas. Es más, todavía nuestra cama, como la de muchos estudiantes posiblemente, esta soportada en gaveras!», expresa Pintó.
El proyecto xTool utiliza la gavera de plástico, personalizada para Combo Colab directamente por el fabricante, con pequeñas piezas que construyen diferentes productos. Aquí, el trabajo de diseño aprovecha las virtudes estructurales de una pieza plástica muy conocida, agregando valor y cambio de significado en un nuevo producto.
Los primeros bancos con gaveras se hicieron para el patio del restaurant Caracas Arepa Bar, una experiencia de comida venezolana para la ‘movida de verano’ en una de las playas más visitadas por los habitantes de Nueva York, en Brooklyn. Lo cierto es que esos primeros bancos fueron un éxito. A partir de ese modelo original surgieron variables que permitieron hacer el mueble más liviano, apilable y con una revisión más afinada de los costos de producción.
Recientemente, cuando visitamos la ICFF 2012: rápido recorrido por la Feria Internacional del Mueble Contemporáneo en NY conversamos con Mateo y Carolina, quienes estaban presentando el proyecto en el conocido mercado de diseño Designboom MART, dentro de la Feria. Mateo nos comenta: «para nosotros significó el paso necesario para ‘lanzarnos al agua’ y corroborar que el xTool tiene mercado. Es muy diferente la óptica que tienes estando como expositor y no como visitante; ver uno tras otro los distintos comentarios y reacciones de la gente. Desde el más genuino comentario de …me encanta!! …esta genial, hasta preguntas fugaces de cuanto es el precio al por mayor».
Y continúa diciendo que «participar en la ICFF dentro del Designboom Mart fue ideal como primer paso y formato para definir un panorama más real de la estrategia de fabricación y mercadeo del proyecto. Creo que el feedback del público en todos los sentidos fue lo mejor; así como el intercambio con algunos diseñadores jóvenes que están probando con sus primeros productos y la oportunidad de intercambiar ideas».
El trabajo como arquitecto de Mateo Pintó en Venezuela y junto a su hermano Matías Pintó, estuvo siempre relacionado con proyectos de diseño y experimentación en varias escalas. La mayoría de ellos en Barrios o con presupuestos limitados, “buscando siempre darle la vuelta a materiales existentes y crear detalles poco usuales con materiales convencionales, como el uso del ‘bloque persiana’ o de ventilación entrelazado, cerramientos prefabricados en concreto con moldes de filtros de ventilación, mesas con tubos de cartón industrial, lámparas con tuberías de PVC, o tripas de caucho inflado como bancos”. Los Pintó son responsables del proyecto del Gimnasio Vertical en Chacao y el Centro Comunitario La Vega.
Mateo Pintó y Carolina Cisneros han desarrollado algunos proyectos en los Estados Unidos, la mayoría de ellos en el desarrollo de espacios públicos que involucran el diseño de mobiliario urbano e intervenciones en la ciudad. Igualmente, han participado festivales como el Red Hook Food Vendors’ New Marketplace, un concurso de ideas encomendado al Architecture for Humanity New York para una zona al sur de Brooklyn dedicada fundamentalmente a la venta de comida latina. En este último certamen, el proyecto Food Fence de estos arquitectos venezolanos fue seleccionado como ganador. Mateo Pintó dicta clases en la School of Design Strategies de Parsons the New School. Por su cuenta, en el 2002 experimentó con joyería en plástico, materiales de quincalla, de piñatas y accesorios de ferretería. «Más que producir desde cero siempre estoy buscando unir piezas de distintas fuentes y sacarlas de contexto, como uno de los collares que está hecho a partir de un matamoscas», nos relata Mateo sobre su conexión con el diseño de objetos, con el diseño. Una aproximación que busca explorar las fronteras entre el arte y el diseño, entre el objeto utilitario y el significado de los productos.
Ya pronto estaremos reseñando el itinerario de este y otros productos creados por Combo Colab.
Información
Combo Colab – Mateo Pinto y Carolina Cisneros
www.combocolab.com
Mateo Pinto – into
www.mp-into.com
…la terrible confusión terminológica de entonces, producida al extender el significado de la palabra arte para abarcar la nueva actividad aún no bautizada, correspondía a una imprecisión entre las categorías de lo estético y lo artístico. El diseño no es arte: es proyecto de bienes de uso, de acuerdo con sus requerimientos económicos, constructivos, funcionales y estéticos, todos al unísono concebidos integralmente desde el comienzo. El arte, es decir, la dimensión estético simbólica, no se interpreta ahora como una añadido a la estructura industrial; se hace aparecer en ella misma, sin contradecir los requisitos de economía, construcción y función, sino subrayándolos. De este modo la industria crea sus propias formas “culturales”, formas nuevas, liberadas de la tradición artesanal y de la repetición historicista, formas que por primera vez responden con coherencia a las necesidades de la tecnología y su época, tanto en los aspectos materiales como en los espirituales. Es el surgimiento de la estética de la industria. Una estética particular, diferenciada del arte, que, según hemos visto, hace tiempo se individualizó como una actividad autosuficiente, una creación desinteresada de fines materiales concretos. Ni arte, ni construcción irresponsable, olvidada del espíritu: diseño. (Mosquera, 1989, p. 69).
Excelente Mateo y Carolina!