Ventiladores domésticos: alta tecnología y concepto en productos masivos
Ventilar continúa siendo la manera más económica de aguantar las altas temperaturas. James Dyson, el ingeniero británico y empresario mejor conocido por sus aspiradoras y secadores de mano de alta tecnología, acaba de lanzar un ventilador sin hélice, el Air Multiplier. El ventilador de Dyson no tiene aspas y es portable.
El aire es forzado hacia arriba por un amplificador de bucle (turbina) y acelerado a través de la abertura de 1,3 mm anular, que permite la creación de un chorro de aire que rodea la superficie de sustentación en forma de rampa. Esto hace que pueda multiplicar el aire hasta 15 veces con respecto a los ventiladores conocidos gracias a este sistema patentado por la empresa. De este modo, el Air Multiplier sorprende al expulsar, cada segundo, 450 litros de aire sin interrupciones. Los ingenieros de Dyson pasaron cuatro años desarrollando y perfeccionando la tecnología de Dyson llamada Multiplicador de Aire. Las fluctuaciones del aire fueron mapeadas con láser y Doppler anemometría, ayudando a tomar medidas de control del flujo de aire de la máquina.
Solamente a manera de exponer sobre las cosas que aparecen publicadas en internet, aquí aparece este proyecto desde China de la estudiante de diseño Zizi Chen, quien un año antes del anuncio del Air Multiplier de Dyson, aparece con una propuesta similar que utiliza tecnología de fluidos: el Wind Circle Table Fan.
Lo primero que podemos conectar con este producto es la posibilidad de confrontarnos todos los días con tecnologías muy sofisticadas que van migrando en sus propósitos. Primero son utilizadas en áreas muy especializadas. En la medida que se introducen en productos más cotidianos y los costos de producción lo permiten, se amplían las posibilidades de su utilización. Las grandes invenciones, así como los descubrimientos y el desarrollo de nuevas tecnologías requieren del mercado para hacer viable su presencia y aporte para la vida. Es un camino de doble vía: si no se bajan los costos de producción no se masifican las tecnologías y solamente con la masificación estos costos pueden ser accesibles.
En 1963 Chrysler realizó unas pruebas de campo con varios prototipos de turbina de gas. El problema del Chrysler Turbine fue el consumo. Era desorbitado. Con un desarrollo más avanzado se podría haber llegado a niveles razonables, pero la crisis de Suez de 1956 fue un golpe muy duro para la industria norteamericana, y en 1960 lo más razonable era trabajar en coches compactos de bajo consumo antes que darlo todo por un prototipo experimental con otros problemas añadidos: inexistencia de freno motor, temperaturas del escape altísimas, etcétera.
Para terminar con el tema de los conceptos en ventiladores domésticos, aquí podemos ver este trabajo que ganó premio a principio de esta década en la International I.D. Se trata de un ventilador cuyas aspas han sido sustituidas por tela. También el Joinin Fan, un proyecto de los diseñadores Qian Jiang y Yiying Wu, donde las aspas son adicionadas a gusto de quien lo usa.
Estos ventiladores domésticos han hecho una apuesta a la innovación en dos caminos totalmente distintos. Estas dos maneras de mirar un producto son algunos de los caminos posibles que tiene el diseño industrial para participar en la cuota de innovación que presentan los productos nuevos. El primero es con la utilización de alguna tecnología que no haya sido utilizada en ese tipo de producto o al menos con un uso inteligente de ella. En el segundo caso conceptos nuevos, económicos e inesperados, inmediatamente posibilitan a un producto a ser portador de innovación.
Información
Dyson
www.dyson.com