UMBRA: el diseño en el centro del negocio
Esta semana tuvimos la oportunidad de asistir a una presentación, en la Escuela de Diseño Industrial de Pratt Institute y conversar con Paul Rowan, co-fundador de UMBRA. La conocida empresa canadiense, con base en la ciudad de Toronto, que ha comenzado en los último años a establecer vínculos importantes con algunas escuelas de diseño en todo el mundo y particularmente en Usa.
Les Mandelbaum and Paul Rowan son los fundadores de la marca UMBRA. Una empresa que nació en 1979 gracias a la amistad de estos dos canadienses. «Si quieres hacer una empresa, lo mejor es conseguir rápidamente un buen socio», comenzó diciendo Paul en su presentación.
Rowan es diseñador gráfico y quien lidera y coordina los equipos de diseño de Umbra ltd. en Canadá, USA, Europa, Hong Kong y China. Mandelbaum es formado en música y psicología y comenzó su carrera en los negocios con una exitosa firma de accesorios para sonido y altavoces.
Comenzaron hace 30 años con el diseño de una pequeña pieza gráfica que podía servir de paraban y que presentaron en la feria Chicago Housewares Show en USA, para luego volver a Canadá y crear esta marca que en latín significa sombra. Actualmente muchos productos de UMBRA forman parte del paisaje cotidiano doméstico. Diseñan y producen objetos en casi todas las categorías de accesorios para el hogar y mobiliario. Un negocio de diseño muy rentable que tiene presencia en más de 90 países.
La empresa comenzó a diseñar pequeños objetos y fabricarlos a principio de los años ochenta, como estos ‘posavasos’ (coasters) fabricados en goma, que para el momento solamente la gente de OXO usaba este material en productos de consumo, fuera de la industria del calzado.
A final de esta década, diseñaron una papelera muy particular: un cilindro que sirve de papelera donde la tapa es una pieza basculante y curva. Este recipiente fue patentado por la firma, producido y lanzado en el mercado con mucho éxito.
En los noventa, como el propio Paul lo comentaba en su presentación, era el momento de colocar mucho ‘style‘ a los productos. El acercamiento con el diseñador de origen egipcio y formado en diseño industrial en Canadá Karim Rashid, fue clave para colocarle a los productos una marca, un sello en la forma de los productos que pudiera otorgarle carácter a cada pieza y de esta forma salirle al paso de las copias y el plagio.
La papelera Garbino, se transformó en un ícono del diseño. Un objeto que forma parte de las colecciones de museos como el MoMA, el Brooklyn Museum of Art, y el Montreal Museum of Decorative Arts, entre otros, probó que un producto bien diseñado y estéticamente bien concebido se puede convertir en un éxito comercial.
Otros mucho productos sencillos hacen parte de la colección de la firma Umbra. Muchos desarrollados por los equipos internos (in-house) de la empresa, en colaboración con oficinas de diseño o en concursos internos de diseño para estudiantes.
En los últimos años, la gente de Umbra ha realizado importantes esfuerzos para conectar su trabajo con la academia, con las nuevas generaciones de diseñadores. En varias escuelas de diseño la empresa realiza concursos de diseño donde los estudiantes, además de obtener premios en metálico, tienen la posibilidad de que sus productos formen parte de la producción y distribución mundial que tiene Umbra. La empresa firma acuerdos de regalías (royalties) con los diseñadores que logran introducir productos en sus líneas de producción.
La empresa está buscando nuevas oportunidades de negocios en los mismos nichos de mercado: productos para el hogar y precios accesibles.
Algunas cosas interesantes podemos rescatar revisando el trabajo y la historia de esta empresa. La construcción de una industria donde el centro del modelo de negocio es el diseño, tomando los riesgos que supone la inversión de recursos para la manufactura de productos. Por otro lado, que no solamente deberíamos hacer una apuesta ciega y general sobre la creatividad y el talento de los diseñadores, sino realmente saber si los profesionales de la disciplina somos capaces de producir respuestas de diseño que sean posibles de producir y que finalmente se conecten con la gente, que sean soluciones rentables.
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