Miguel Maestre: diseñadores en NoMATERIA

En junio de 2011 organizamos desde este espacio una muestra virtual de venezolanos haciendo diseño industrial: “NoMATERIA: más divulgación, menos átomos“. En esa oportunidad queríamos simplemente producir una imagen que pudiera comunicar de manera muy directa lo que significa diseño industrial. Una exhibición con la intención de promocionar la disciplina frente en la sociedad. Para conocer en que tipos de terrenos del diseño trabajan los diseñadores que aparecen en esta exhibición virtual de diseño industrial en Venezuela, decidimos emprender esta serie de entrevistas individuales.

Miguel Maestre es Técnico Superior Universitario en diseño industrial, egresado del Instituto Tecnológico Antonio José de Sucre en el año 1990, en Caracas. Mientras cursaba sus estudios trabajó como dibujante arquitectónico, topográfico y mecánico para algunas empresas. «Mi trabajo como dibujante proyectista mecánico en una empresa que diseñaba y fabricaba ascensores y montacargas me permitió adquirir la experiencia necesaria en asuntos relacionados con los procesos de fabricación, producción y comercialización, lo que permitió fortalecer el trabajo de proyecto en la academia».

Trabajando como dibujante proyectista mecánico para una empresa que diseñaba, fabricaba, ensamblaba y comercializaba equipos de protección eléctrica para equipos domésticos, oficina, industria y comercio, 1992 – 1993, se presentó la oportunidad de cambiar el diseño de la caja plástica de un equipo electrónico de protección para neveras, que en ese momento era producto bandera de la compañía: «yo asumí el proyecto y desde entonces he diseñado cajas plásticas, frontales, blísters, estuches, manuales, y todo lo relacionado con los productos, que son imagen de esta empresa».

Miguel Maestre considera que «la experiencia de mayor relevancia ha sido la de pasar de ser una empresa que diseñaba, fabricaba y ensamblaba productos de protección y regulación en cajas de metal a diseñar las cajas en las que se ensamblaban los productos totalmente de plástico». Como ejemplo de este cambio, la línea de productos que identificaba a la empresa era y continúa siendo hoy en día la de reguladores de voltaje para computadoras.

Toda la caja era fabricada en metal, configurado con cuatro tomas, interruptor de encendido y apagado, fusible, arnés y tres indicadores de funcionamiento luminosos. “Se presenta la oportunidad de hacer algo diferente dentro de esta rama de productos y nace el que considero uno de los proyectos más importantes en los que he trabajado, el Regulador de Voltaje conocido como RPC. Pasamos de un volumen rectangular a una pieza plástica de líneas y volúmenes curvos. Este producto se ha distinguido y ha marcado hasta el momento una tendencia para el diseño en la industria de protección eléctrica”, nos comenta Miguel.

El diseño de este producto fue inicialmente fue concebido para cuatro tomas, pero diseñado para que se pudiesen utilizar diferentes tamaños de transformadores y con esto variar las potencias del regulador. Todavía hoy el RPC, por necesidades del mercado, se produce con seis tomas. Su diseño permite esta modificación sin cambiar su forma y tamaño.

Miguel Maestre es un profesional que ha dedicado buena parte de su carrera al trabajo de diseño dentro de una empresa, en un ambiente corporativo e industrial. Para muchos diseñadores, el trabajo ‘in-house’ (como son llamados los departamentos de diseño dentro de las empresas) no es una opción, o al menos no es una oferta clara en Venezuela.

Maestre ha tenido la oportunidad de trabajar en la creación de una imagen propia a la empresa, «desde el logo, colores corporativos, todo el diseño gráfico de las tarjetas que identifican cada producto, los estuches, las cajas de cartón para su embalaje final, los blísters, manuales, hojas técnicas, afiches, pendones, stands para exposiciones. Absolutamente todo lo relacionado con los productos de la empresa».

Las posibilidades para el desarrollo del diseño industrial en Venezuela tienen algunas salidas para este diseñador de la altos mirandinos: «en un país  idealmente petrolero como el nuestro, con una marcada dependencia del comercio, te puedo asegurar por la experiencia que tengo que el área que deberíamos explotar es toda aquella relacionada con el diseño, elaboración, fabricación y producción de objetos de plástico. Poseemos la materia prima para producirlo, la plataforma comercial para su negociación y tenemos el capital humano para desarrollar esta área».

«La mayor dificultad que enfrentamos como diseñadores es lograr el producto ideal que el consumidor necesita al mejor precio posible», nos dice Maestre cuando hablamos sobre la colocación de productos en el mercado. «Te puedo nombrar dos de las mayores dificultades. La más importante es la palabra NO, como prefijo de los verbos relacionados con producir y comercializar: ‘NO se puede hacer’, ‘NO se puede fabricar’, ‘Eso es muy difícil y complicado’, ‘ Eso te va costar un ojo de la cara’. Y el siguiente obstáculo es conseguir una empresa ‘honesta’ que fabrique el producto que tu quieres y que cumpla con todos los parámetros de diseño bajo los cuales lo concebiste, desde el primer modelo hasta el producto final para colocarlo en la tienda. Hoy en día en este país eso es una tarea titánica». Para él: «es mucho mejor, más económico y rentable acudir a un proveedor extranjero que lo ‘fabrique’, con todos los procesos incluidos, llene un contenedor y lo coloque en la puerta de la empresa. Como dije al principio, el costo final se va acercar a la realidad, mucho mejor que si lo hubieses fabricado en el país».

Maestre anota algunas destrezas y habilidades que las nuevas generaciones de diseñadores industriales deberían tener: «el nuevo profesional de esta carrera debe poseer un pensamiento abierto, que le permita ubicarse en la realidad,  que va a diseñar productos de consumo masivo que cubran una necesidad, no que irá ser un diseñador industrial de piezas exclusivas, te vas a morir de hambre». Y continua: «mucho más sensibilizado con los procesos de producción, puedes tener un excelente diseño pero hay que saber si es posible elaborarlo, si el material seleccionado es el apropiado, que pueda tener una manejo solvente de las tecnologías de producción». Para Maestre es importante conocer del ciclo de vida de los productos, tener idea de las posibilidades de vigencia del diseño en el mercado. Para todos los diseñadores, pero especialmente para quienes trabajan dentro de las empresas es importante conocer de las estructuras de costos relacionadas con el producto, «desde su concepción hasta su exhibición en los puntos de ventas, para conocer si lo que está haciendo generará ganancias o pérdidas para la empresa en la que labora, o para sí mismo, dependiendo de cada caso».

La empresa para la que desarrolla productos ha podido conocer de las ventajas en la implementación de diseño industrial, gracias al trabajo de que ha realizado junto al los equipos internos. «Gracias a las oportunidades, al apoyo que me han dado y lo más importante es que han apostado a mi trabajo de diseño. Esto me ha permitido darle una personalidad y presencia muy propia a la empresa, que la identifica en cada uno de los productos que hemos diseñado». Hace un año tuvieron la oportunidad de trabajar con un pasante de la ULA, que les permitió ver desde otra óptica el trabajo de los diseñadores industriales emergentes. Nuevas generaciones de diseñadores «con muchas ganas, inspiración y creatividad, que bien canalizados pronóstico que los resultados van a ser muy satisfactorios».

Para Maestre, la muestra NoMATERIA fue una oportunidad para un primer grupo de diseñadores industriales de mostrar, a través de un catálogo virtual, la capacidad que tiene el país de desarrollar productos con identidad propia. Que pueden competir en cualquier mercado con otros productos ubicados en sus sectores. Igualmente, señala que los profesionales que aparecen en la exhibición han sido formados en nuestro sistema educativo – productivo, o en el sector industrial, así como autodidactas, trabajando como independientes. También, una labor importante en la creación de conciencia para todo el entorno industrial, productivo y comercial, «que hay un grupo de diseñadores industriales venezolanos emergentes o con experiencia, que somos capaces de hacer productos que lleven los sellos de ‘Diseño Venezolano’ o ‘Hecho en Venezuela’».

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Miguel J. Maestre