LBDI – Laboratorio Brasileiro de Design Industrial: una historia que no terminó
En la década de los 80 se creó en la isla de Florianopolis, al sur de Brasil, capital de uno de los estados más industrializados de ese país, una experiencia muy importante como referencia para el diseño latinoamericano y de corte internacional: el LBDI – Laboratorio Brasileiro de Design Industrial.
En este documento, escrito por su último Director, el diseñador industrial brasileño Eduardo Barroso, y luego de un estado de “hibernación”, se hace un balance completo de los trabajos. Con muchos diseñadores tuvimos la oportunidad de trabajar junto a Gui Bonsiepe, Eduardo Barroso, Marcelo Rezende, Federico Hess, Jorge Gómez, Célio Teodorico dos Santos, Regina Álvarez, Pedro Paulo Delpino entre tantos otros. Además de compartir una experiencia de proyecto con más de un centenar de diseñadores provenientes de varias escuelas de todo el mundo.
Durante su funcionamiento se organizaron una gran variedad de eventos en diferentes formatos (congresos, seminarios, encuentros, workshops) donde se pudieron establecer importantes discusiones en los grandes temas de la disciplina del diseño. Igualmente, se realizaron experiencias exitosas de formación de profesionales en áreas muy específicas. En esos dos grandes esfuerzos, eventos y cursos, transitaron por el Laboratorio un gran número de diseñadores y profesionales afines. Todos ellos, diseñadores de planta, investigadores, coordinadores, docentes, pasantes, invitados, etc., constituyen el capital más importante que dejó la experiencia del Laboratorio Brasileiro de Design Industrial, el LBDI.
En algunos encuentros muy recientes he conversado con diseñadores ex-integrantes del LBDI, con los que tuve el placer de trabajar, sobre la necesidad de rescatar ese modelo y poder revisarlo. Para eso hemos abierto un grupo en la red académica Linkedin. De esta forma todas las personas que estuvieron ligados al Laboratorio pueden ingresar para comenzar con las discusiones.
Definitivamente un modelo que podría ser revisado para su implementación en Venezuela, donde debería participar activamente el Estado (cuando finalmente se pueda salir del secuestro militar y el sistema corrupto que hoy existe), el sector productivo público y privado, las instituciones de enseñanza e instituciones y empresas comprometidas con el desarrollo del país.