Lámpara Ambio: bioluminiscencia en objetos cotidianos
El resplandor iridiscente es en realidad un fenómeno natural conocido como bioluminiscencia (bioluminescence), la capacidad de algunos organismos vivos de producir luz y que puede ser observado sobre todo en el paisaje marino, en especies como las medusas (jelly-fish), el pez pescador (anglerfish), los calamares tira fuego (fireshooter-squids) e incluso en los arrecifes de coral.
También, se conocen en organismos microscópicos como el fitoplancton, las luciérnagas y hasta en ciertos hongos silvestres. Cuando son perturbados por el movimiento, estos especímenes emiten luz mediante cambios químicos y reacciones de una enzima llamada luciferasa. Esta fascinante transformación tiene un importante rol en el apareamiento, así como en la secuencia de poder presa-predador.
La diseñadora holandesa Teresa van Dongen puso dentro del tubo de vidrio de esta lámpara pendular llamada Ambio, una solución artificial de agua con baterías marinas para inducir el efecto de bioluminiscencia. Van Dongen, una bióloga que decidió entrar en el campo del diseño ingresando en el Máster de la Design Academy Eindhoven, trabajó con un grupo del departamento de ciencias de TU Delft y utilizó bacterias encontradas en la piel del pulpo por su alto grado de luminiscencia. «Ambio es una propuesta para visibilizar una investigación sobre cómo utilizar la naturaleza como fuente de energía».
Las bacterias se agitan dentro del tubo con el movimiento pendular de la lámpara, logrado con estas piezas semi-esféricas de bronce, mientras por una pequeña abertura superior en el vidrio cubierta con un filtro de lana entra el oxigeno y provoca la reacción química.
Ambio pretende ser una lámpara viva, aunque las bacterias aquí mueren a los dos días y se pierde todo el efecto de la luz. El reto es crear un sistema que permita mantener estos microorganismos con vida por mucho más tiempo.
Ambio fue presentada en la semana de diseño en Holanda (Dutch Design Week) en 2014, como parte de los trabajos de graduación de la escuela de diseño de Eindhoven.
Este fantástico fenómeno natural ya ha sido aplicado en otras ocasiones. Otras lámparas como en el rebuscado candelabro Bacterioptica diseñado por la gente de MadLab en NJ o en el concepto Microbial Home desarrollado por la Philips en 2011, la bioluminiscencia se limita a obvias aplicaciones de artefactos para iluminar. Esperamos que estos intentos de aplicación, en los territorios que conectan la ciencia con el diseño, puedan moverse hacia otros espacios y que salgan de las tradicionales exploraciones formales donde únicamente se celebra el fenómeno.
Estamos seguros que este efecto podría servir como señal en sistemas de prevención o en dispositivos que, sin gasto de energía eléctrica, pongan en evidencia un estado de encendido en situaciones particulares.
Para tener una idea de lo poderoso de este fenómeno, en un recorrido por las islas Maldivas en el océano Índico, el fotógrafo taiwanés Will Ho registró el fenómeno de bioluminiscencia. Playas cubiertas por millones de microorganismos de fitoplancton donde se puede apreciar la belleza y potencia de prodigio natural.
Información
Teresa van Dongen
www.teresavandongen.com
Referencias
National Wildlife Council
The Science of Bioluminescence
National Wildlife Federation
Beyond Fireflies: Bioluminescent Organisms