Harley Earl: estrella de la GM y el diseñador del Corvette
El diseño automotriz continúa siendo uno de los espacios de trabajo más importante en el diseño industrial y donde convergen la ingeniería, el diseño industrial, el marketing y otras áreas ligadas a la producción de bienes. Desde la aparición de los primeros vehículos de uso personal, con la utilización del motor de combustión interna, la industria del automóvil no ha descansado. Un complejo y muy poderoso sector industrial que modificó completamente el comportamiento de la sociedad moderna, hasta crear escenarios sofisticados como la Fórmula 1, donde se negocian los avances de la tecnología en un espectáculo millonario de magnitud planetaria.
Diseñadores industriales en todo el mundo han participado en la construcción de este imperio. En los Estados Unidos de Norteamérica, donde nacieron las fábricas de productos en serie de vehículos automotor, grandes nombres del diseño han estado ligados a este fenómeno. Reconocido como una leyenda del diseño, Harley J. Earl (1893-1969) fue un diseñador de autos, ingeniero y diseñador industrial nacido en la ciudad de Los Ángeles, en medio de la explosión cinematográfica de Hollywood. Harley puede ser considerado, junto a importantes diseñadores como Raymond Loewy (1893-1986) y Walter Dorwin Teague (1883-1960), uno de los pioneros del diseño industrial norteamericano, especialmente en la consolidación de la profesión en los ambientes corporativos de la industrias de automóviles. Mejor conocido por el tiempo que trabajó en la General Motors (1927-1959) y por ser el autor del legendario Corvette, uno de los autos deportivos más importantes del siglo XX.
En 1927, Harley J. Earl era el director de la entonces recién creada Art and Colour Section, un departamento dentro de la estructura de General Motors, que luego se llamaría la Styling Division. Con más de 30 años trabajando para la GM es mucho de lo que habría que escribir. Fue en esa División que se implementaron dos de las más perversas y eficientes fórmulas del Marketing conocidas: la “Dynamic Obsolescence” y el “Annual Model Change” , conceptos basados en los cambios sucesivos de los productos que anualmente determinaban las nuevas prestaciones de los vehículos. Lo que hoy conocemos como Obsolescencia Programada (Planned Obsolescence) fue un término utilizado por el comerciante norteamericano Bernard London, en el capítulo “Ending the Depression Through Planned Obsolescence” de su libro The New Prosperity publicado en 1932. London proponía la obligatoriedad de una política donde los productos deberían tener un tiempo de vida, una manera de reactivar la economía luego de la depresión de los 20′. «Una vida limitada con una fecha de caducidad después de la cual se consideran legalmente muertos y tendrían que ser entregados y destruidos».
Pero es larga la lista de los aportes para el diseño industrial de este pionero del diseño de automóviles. Locomotoras, productos de consumo, radios, espacios interiores, aviones. Harley J. Earl comenzó a trabajar desde muy joven en el taller de su padre y hacía modificaciones a los primeros modelos de carros Ford que circulaba en California. Estudió en la Universidad de Stanford y hacía adaptaciones en vehículos para estrellas de cine. Había nacido con él la actividad de “Tunning”. En 1945, mientras dirigía la división de diseño de GM, abrió un estudio independiente donde atendía a grandes clientes como Du-Pont, NASA, Eastern Airlines, Alcoa, Ford y North American Aviation.
En 1938, la General Motors finalmente introdujo el uso de cajas de cambio automáticas en sus vehículos. Para Harley Earl y su equipo significó modificar el interior de los vehículos y permitir a las personas conducir con otro protocolo. Este pequeño cambio en la tecnología realmente no modifica mucho el auto, pero definitivamente cambiaría el trabajo dentro de la cabina. Ese mismo año, unos de los prototipos más importantes desarrollados por este diseñador fue presentado por la GM como uno de los primeros conceptos de carros: el Buick Y-Job marcaría toda una línea de elementos visuales y estructurales en los vehículos de esa marca, en los próximos 20 años.
Mr. ‘E’, como solían llamarlo en los tiempos de GM, fue pionero en muchos procesos y conceptos que continúan vigentes en el diseño de autos, como la inclusión de un computador a bordo de un vehículo, los diferentes tonos de pintura en la misma carrocería o el diseño de un parabrisas ‘envolvente’. Con su trabajo, las carrocerías de los automóviles sufrieron importantes modificaciones en su morfología: la integración de partes como faros, guardabarros y reposapiés en una forma compacta, hasta la locura desatada en la década de los sesenta con la inclusión de las ‘aletas’ (TailFin) en la topografía de los carros, marcarían definitivamente las formas de estos artefactos rodantes.
Entre 1949 y 1961, la General Motors mantuvo un espacio de altísima visibilidad llamado Motorama. Un formato de ‘auto show’ donde se mostraban al público los nuevos modelos, las líneas que podían marcar el futuro de la industria automotriz. Motoroma se presentaba en el lujoso Hotel Waldorf Astoria en la ciudad de Nueva York.
Fue en este espacio expositivo donde, en 1953, se presentó un pequeño automóvil de dos puestos (Coupé) que capturó la atención de miles de asistentes. Así nació uno de los vehículos deportivos más famosos de Norteamérica: el Chevrolet Corvette.
Con el Corvette surge el primer carro deportivo de la GM, la mega industria automotriz con base en la ciudad de Detroit.
La empresa de automóviles más grande del mundo había revolucionado el mercado con los formatos de promoción. En GM se creó la idea del “Carro Concepto”, una estrategia muy utilizada con mucho éxito en el campo de la moda, donde los diseñadores desarrollan modelos que intentan anticiparse y al mismo tiempo generan tendencias. Algunos de estos conceptos, como bien lo explica el diseñador catalán Ramón Benedito en su conferencia Éxito y Ficción: «son propuestas con premisas equivocadas y que por lo tanto no se consolidan en el tiempo, como locomotoras que parecen automóviles o carros diseñados como si fueran trenes».
De alguna manera, esta dinámica producía modelos que permitían indagar nuevas posibilidades en la forma, uso y tecnologías de los automóviles. Autos como el Cadillac Cyclone ponían al descubierto la marcada referencia con el diseño de aviones, con los aspectos formales provenientes de la aerodinámica. Esta referencia con la velocidad fue una importante característica del diseño industrial norteamericano a mediados del siglo XX.
Aunque se producían en paralelo muchos conceptos de carros, el proceso de diseño para estos seguían los mismo pasos que cualquier otro modelo de “auto de línea” o vehículos con viabilidad y recursos para colocarlo en el mercado. El equipo a cargo de Earl desarrollo con mucha precisión la construcción de modelos con el uso de Clay, un material que permite ‘modelar’ superficies y que todavía se usa en muchas partes del mundo.
En este video se relatan algunas historias sobre la vida y obra de este importante diseñador estilista.
Un dato curioso. En 1932, el último emperador de la dinastía Qing en China Henry Puyi le encarga a Harley Earl un vehículo que pueda representar la figura de la máxima autoridad en China. El Cadillac Limousine de 1932, que fue despojado de todas las insignias de la marca para adornarlo con la simbología del imperio. Este Cadillac, según el propio Harley sería su favorito entre todos los autos que había diseñado hasta ese momento.
En 1965, Harley J. Earl, el hombre que transformó la industria automotriz en Norteamérica, recibió el título de Doctor Honoris Causa en Pratt Institute en Brooklyn, NY.
Este año ha sido hemos recibido las noticias de la pérdida de grandes nombres en el diseño de automóviles. En abril Ferdinand Alexander Porsche (1935 – 2012) muere una leyenda del diseño industrial , el famoso diseñador de autos y conocido mundialmente por el conocido carro deportivo modelo 911. En julio es la vez del diseñador de autos, ingeniero y político Sergio Pininfarina, la pieza clave de esa gran industria familiar de automóviles Carrozzeria Pininfarina en Italia, que se hizo famosa por su importante aporte en el diseño del Ferrari.
En el libro A Century of Car Design (2002), de la investigadora y especialista en historia del diseño británica Penny Sparke, aparecen las historias de los diseñadores de autos más importantes del siglo pasado. Según Sparke, «el automóvil es el ícono del diseño más importante de esta era y aunque reconoce que los avances tecnológicos fueron y continúan siendo fundamentales en la evolución de este artefacto motorizado, ha sido el diseño y la exploración con las formas que ha movido realmente la gran industria del automóvil en todo el mundo».
Información
Harley J. Earl / America’s Car Pioneer
www.carofthecentury.com