Fundación –I–D–A: patrimonio e historia del diseño federal argentino
Indagar sobre la historia del diseño en Argentina pasa por mirar, reconocer y reflexionar sobre el legado y la producción actual en ese campo, a través de sus actores, escenarios y artefactos. Solamente una acción llena de rigor, entusiasmo y espíritu colaborativo en la formación de un mejor futuro es capaz de acometer esta titánica tarea de recoger y compartir la producción del diseño, de lo que se hace y de lo que se piensa.
Los museos consagrados al arte han creado durante años sus propias colecciones y más recientemente iniciativas museísticas dedicadas al diseño hacen lo propio con la producción de esta particular actividad. En nuestra región, el trabajo sobre la memoria y el patrimonio del diseño ha estado en el centro de iniciativas inconexas, ideas individuales o visiones parciales.
La Fundación –I–D–A (Investigación en Diseño Argentino) es un proyecto de revisión histórica activa dedicado a la protección, resguardo y fomento del diseño nacional, con sede en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Este proyecto nace en 2013, aunque gran parte de la comunidad del diseño y la investigación especializada conoce y reconoce su intensa labor, fue solamente este año cuando –I–D–A hizo su lanzamiento al público. Mediante la apertura de nuevos canales de comunicación, como su página web, Instagram y Facebook, la fundación da a conocer sus acciones y pone en marcha su próximo objetivo: avanzar hacia la concreción de un espacio museístico dedicado al diseño federal argentino.
En sus seis años de funcionamiento, –I–D–A ha consolidado un acervo de más de 700.000 piezas y documentos de autores del campo industrial y de producto, de la comunicación gráfica, de la indumentaria y textil y de la gestión y el pensamiento del diseño. Su extraordinario valor patrimonial documenta materialmente la historia del país a través de sus ideas y su producción y rescatan, del mismo modo, los avances intelectuales, las inquietudes y los modos de vida que dominaron el entramado social durante el último siglo.
Desde un juego de vajilla, una colección de libros, un conjunto de ropa deportiva o el sistema de comunicación del “subte” hasta un televisor, una máquina agrícola, un equipo de electromedicina o un auto: el diseño ocupa un lugar tan omnipresente como inevitable en nuestra cotidianidad. A diferencia del arte, que tiene diversos pero más acotados ámbitos de apreciación, esta disciplina se cuela de manera constante en la vida de las personas, da respuesta a sus problemas y modela, en muchas ocasiones, nuevos hábitos. De ahí surge la inminente necesidad de resguardar y poner en diálogo las creaciones que componen nuestra cultura material: éstas constituyen, naturalmente, parte del ADN colectivo como sociedad; su análisis es capital para esbozar un relato sobre lo que somos y aquello que aspiramos ser.
Cada una de las acciones estratégicas desarrolladas para activar —promover, poner en movimiento— el diseño, a través de un fructífero cruce generacional, un grupo de jóvenes especializados en gestión patrimonial planifica, junto a diseñadores de larga trayectoria,
La Fundación –I–D–A presentará en el transcurso del año una plataforma virtual de acceso público con el contenido indexado para su consulta.
«… para escribir y visibilizar juntos la historia del diseño».
La Fundación –I–D–A está dirigida y coordinada por el gestor cultural y miembro del Comité Asesor de la Bienal Iberoamericana de Diseño Wustavo Quiroga, el consultor estratégico Raúl Naón y la diseñadora especializada en innovación Marina Baima. El consejo asesor está compuesto por referentes de gran trayectoria ética y profesional que dan una visión diversa desde que conforman la institución: Norberto Chaves (concepto), Rubén Fontana (diseño gráfico y de la comunicación visual), Hugo Kogan (diseño industrial y de producto), Kika Tarelli y Susana Saulquin (diseño de indumentaria y diseño textil), Martín Torrado (diseño arquitectónico) y Gabriela Baldomá (conservación y restauración).
Sobre el valor del diseño argentino
Las contribuciones del diseño en cada punto del territorio nacional son innumerables. Comprender su trayectoria –como la gestación de los primeros centros de estudio en Mendoza, La Plata y Rosario–, sus propulsores –César Jannello, Basilio Uribe, Reinaldo Leiro, Ricardo Blanco, entre otros– y los casos icónicos –como el equipamiento majestuoso del hotel Llao Llao en Bariloche,el novedoso hangar de helicópteros en la Antártida y la maquinaria agraria producida en La Pampa– ayuda a entender cuán determinante es el diseño para la continua mejora del entorno económico, productivo y social de un país.
Históricamente, el diseño argentino y sus hacedores tuvieron un notable protagonismo en el mundo. A modo de ejemplo, podría mencionarse la colaboración de Emilio Ambasz en el armado de la colección de diseño del Museo de Arte Moderno (MoMA) neoyorquino, la labor de Tomás Maldonado en la escuela alemana de Ulm y en Milán, los aportes al diseño español de exponentes como Juan Gatti, Carlos Rolando, América Sánchez, Jorge Pensi y Alberto Lievore y la contribución de Norberto Chaves al ámbito académico iberoamericano.
A través de diferentes alianzas de índole público-privado, la Fundación –I–D–A invita a empresas, instituciones académicas, entidades gubernamentales y personas comprometidas con el desarrollo del país a asociarse para escribir y visibilizar juntos la historia del diseño.
Desde este espacio también los invitamos a conocer el importante trabajo que realiza la Fundación –I–D–A en Argentina, en la recuperación de una memoria construida desde el diseño y la solidificación de una ‘colección cívica’ de este patrimonio y un singular y poderoso espacio del diseño en ese país. Gracias a nuestros amigos y colegas Marina Baima y Wustavo Quiroga por los textos utilizados para el contenido de esta nota y la selección de imágenes.
Información
Fundación –I–D–A / Investigación en Diseño Argentino
www.fundacionida.org
Old&Newsletter / Suscripción a la lista de correo
–I–D–A Newsletter