Envejecer: productos discretos para la gente mayor desde el diseño, en Pratt Institute
Es inevitable, todos vamos a envejecer. Nuestros padres, maestros y héroes se hacen cada vez más viejos, pero todos lo haremos. Esa conciencia de la edad que tenemos la vivimos por largos años. Lo que significa que la vejez no es un pequeño asunto de un grupo etario. La idea del adulto mayor se refiere a personas por encima de los 65 años y con la edad el cuerpo comienza a presentar signos de desgaste natural. Algunas enfermedades se vuelven crónicas con el paso del tiempo, pero ser viejo no es sinónimo de estar enfermo. A los 40 años aparece el primer signo de vejez, cuando el cristalino disminuye sus habilidades de enfocar. Con el paso del tiempo las articulaciones del cuerpo comienzan a dar signos de desgaste. Para muchos, ya no se escucha tan bien como antes y necesitamos más luz para ver mejor. Son 56 años de vida desde esa primera señal de los ojos, hasta los 96 años que tiene mi abuela materna y la expectativa de vida es cada día mayor.
Desde finales de 2015 estamos trabajando en un proyecto con la empresa Nuverz, una compañía dedicada a entender los problemas de la edad (aging) y del diseño de productos para adultos mayores (elderly). Los primeros productos que hemos desarrollado en colaboración, que muy pronto podrán ver en el mercado, siguen algunas premisas muy poderosas. Queremos erradicar la estética del objeto médico y darle a la gente un producto bien hecho, una pieza sólida que haga el trabajo, pero que se funda en el paisaje del hogar. ¿Cómo se diseñan entonces productos para una población infinitamente diversa y heterogénea?. Esa es la pregunta que se hace la escritora y activista Ashton Applewhite, autora del libro This Chair Rocks: A Manifesto Against Ageism, quien dice: «… si hay niños, jóvenes y adultos, no deberíamos usar tantos eufemismos y llamar a la gente mayor viejos». Una postura definitivamente mucho más honesta que aquellas donde se usan etiquetas para la gente de cierta edad, como si ser viejo tuviera algún tipo de problema.
El semestre pasado (fall 2016) desarrollamos un proyecto, que aquí presentamos, con los alumnos del tercer año (juniors) de la Escuela de Diseño Industrial del Pratt Institute en Nueva York. Una experiencia académica en conjunto con el diseñador industrial polaco Karol Murlak. El propósito del curso fue indagar sobre los posibles temas relacionados con el diseño e identificar aquellos escenarios que cumplieran con las restricciones de una experiencia académica, hasta llegar a modelos funcionales y con algunos test de usuario.
Once alumnos participaron del taller. En las primeras 4 semanas pudimos levantar una incipiente investigación, con ayuda de algunos asesores, pero principalmente con las entrevistas y conversaciones con adultos mayores. Esto sirvió para reconocer 11 oportunidades de diseño, que cada alumno desarrolló individualmente. Temas variados sobre la vida cotidiana de la gente mayor, que se movían desde objetos analógicos enfocados en la gestualidad, hasta sofisticados sistemas con interfaces sencillas. Productos como: herramientas para jardinería, ecosistema digital de seguridad en la casa, chalecos salvavidas, bolsos para objetos personales, lámparas portátiles o instrumentos para asistir a las personas cuando se visten.
Tuvimos el honor y el placer durante el curso de tener como invitados especiales a Ashton Applewhite y a la venezolana Sonia Gil de Nuverz, quienes definitivamente hicieron grandes aportes a la discusión y dirección de este singular tema de diseño.
Los resultados fueron singulares, especialmente porque desde el principio trabajamos en desarrollo de modelos físicos para conseguir objetos sencillos, ajustados a la forma, respetuosos y pertinentes. Productos con textura de realidad y orientados a las experiencias de uso y las posibilidades de fabricación. Vamos a repetir la experiencia el próximo semestre, que comienza en septiembre de 2017. En esa oportunidad buscaremos algún tema específico y contaremos con el soporte del Robert N. Butler Columbia Aging Center aquí en NYC.
El entusiasmo que tienen ‘los viejos’ para enfrentar la vida es envidiable. El trabajo de los diseñadores es capitalizar esa potencia y sumarle a ese continuo estado de ánimo, que los adultos mayores de hoy usan cajeros de bancos y hacen transacciones bancarias online, compran por Internet y hablan con hijos y nietos por Facetime.
Información
Iniciamos una sección en di-conexiones dedicada a los temas de:
Adulto Mayor / Vejez
El diseño es la solución al problema cotidiano al que los mayores de edad nos enfrentamos, las escuelas de diseño deberían tener en todo el mundo proyectos semejantes para resolver las necesidades locales de aquéllos que padecen alguna discapacidad. Que bueno que existan proyectos como los mostrados en esta página, nos da esperanza de que hay profesionistas preocupados de los miembros más sensibles de la sociedad. Deseo todo el éxito a estos diseñadores. Saludos
Genial Nacho…la preoxima me invitas como conejillo de indias…
Genial Nacho…la próxima me invitas como conejillo de indias…un abrazo…