El ABC de la Inteligencia Artificial: las máquinas que piensan

Cada vez es más común escuchar en las conversaciones cotidianas la palabra Inteligencia Artificial y algunos de sus derivados, que sí es la que a base de algoritmos diseña nuestras preferencias en básicamente todo (Netflix, Facebook, Instagram), que si son la voz de Siri, Alexa y otros asistentes inteligentes, que si nos recomienda qué comprar en Amazon en base a nuestros patrones de conducta.

Seguramente si le preguntamos a muchas de las personas que hablan del tema, cuál es la idea que han construido en sus imaginarios de Inteligencia Artificial la mayoría de ellas se referiría a series como Westworld o a películas como Matrix, HER, Ex Machina o Wall-E, no olvidemos que en esta última el villano era un sistema inteligente llamado Auto. Tal vez muchos de ustedes tienen esa idea de tecnología de ciencia ficción, dominante en la mayoría de los casos, con un interés oculto por acabar con la humanidad. y con una estética salida de la mejor película de Star Wars o de superhéroes.

Y bueno, no les voy a negar que en algunos casos esas películas y la realidad se parecen mucho más de lo que me gustaría admitir, les invito hoy a hacer una comparación entre la estética de la protagonista de Ex Machina y Harmony la muñeca ahora inteligente de RealDoll. Busquen ambos casos en Google y vean con sus propios ojos las similitudes. Harmony tiene en su cabeza una serie de sensores y motores que le permiten no solo responder sino también adaptarse a la interacción con su usuario.

Y entiendo que no es el mejor tema para arrancar con este artículo, porque esto de las muñecas trae conflictos ético sociales para muchas personas, pero bueno, lean un par de líneas más y verán como la Inteligencia Artificial no sólo es controversial, sino que también trae consigo muchos beneficios para diversas industrias incluyendo a las creativas.

Empecemos por definir el concepto, la Inteligencia Artificial es una rama de la informática que se refiere a la inteligencia de las máquinas. Es decir, son máquinas que buscan imitar o simular el comportamiento inteligente del humano, específicamente los procesos de pensamiento y las funciones cognitivas como aprender y recordar información, razonar, resolver problemas complejos, entender el lenguaje y reconocer el entorno, entre otros. Y aunque este tema se ha popularizado en los últimos años, en realidad es un término que se empezó a acuñar alrededor de los años 60s; varios de sus llamados padres son informáticos y científicos de la época como John Mc Carthy y Marvin Lee Minksy.

Mira la plataforma de streaming de películas de tu preferencia, cada vez que pones tus datos al inicio esa plataforma reconoce tu acceso, acceso que está conectado a tus datos de correo electrónico, tarjeta de pago, dirección IP, etc; cada vez que seleccionas películas o haces búsquedas el sistema registra tus movimientos, es decir analiza los datos de tus preferencias, contenido reproducido, guardado o favorito, entre otros. Ese sistema funciona gracias a una serie de algoritmos (que son básicamente pasos con fórmulas matemáticas y estadísticas muy sofisticadas) que le permite reconocer tus patrones de conducta, analizarlos y en base a ello sugerirte múltiples opciones afines a los datos registrados. Todas estas funciones son realizadas por la computadora, están definidas, ordenadas, son finitas y cumplen con un objetivo específico, que en este caso es recomendarte nuevo contenido para mantenerte más tiempo dentro de la plataforma.

En resumidas cuentas la Inteligencia Artificial es un agente que comprende su entorno, utiliza algoritmos y técnicas estadísticas para maximizar sus posibilidades de éxito; y uno de los aspectos más importantes: es adaptativa y flexible. Es reconocida por su pericia en encontrar patrones, tendencias y relaciones entre los datos, y para hacer análisis predictivos. 

Como todas las tecnologías, que finalmente son herramientas disponibles para la mujer y el hombre, la Inteligencia Artificial nos permite aumentar, expandir y exponenciar las capacidades humanas, nos ayuda a impulsar la creatividad a tierras inexploradas porque pone en nuestras manos instrumentos más sofisticados y modernos que nos permiten crear cosas diferentes; genera nuevas oportunidades de colaboración humano-máquina y finalmente potencia nuestra propia inteligencia, la inteligencia humana. Gracias a ella podemos resolver grandes retos de conocimiento de la sociedad en menos tiempo, recientemente un modelo de Inteligencia Artificial determinó el desdoblamiento de las proteínas, un hallazgo que permitirá un gran avance en la medicina y que llevaban 50 años intentando descifrar.

Algunas de las aplicaciones actuales más comunes son: asistentes personales virtuales (chatbots y avatar digitales), predicción de patrones económicos, personalización de pruebas y ofertas académicas, pronóstico de ventas y elección de productos para el cliente como lo hace Amazon; reconocimiento temprano de enfermedades, prótesis inteligentes; optimización del tráfico, rendimiento agrícola e impacto ambiental. Específicamente en las industrias creativas se está utilizando para escribir guiones, diseñar objetos, obras de arte, esculturas y piezas musicales. 

Y esto puede sonar aterrador, de acuerdo a la serie de La era de la Inteligencia Artificial de 8 episodios en YouTube una de las preguntas más buscadas es: ¿Puede la Inteligencia Artificial quitarme mi trabajo?, si estos modelos pueden pensar, crear y diseñar tal como lo hacemos nosotros, ¿entonces dónde queda nuestra aportación? Déjenme aclarar un par de conceptos más de este ABC de la Inteligencia Artificial y desde mi perspectiva les respondo esa pregunta.

Como parte de este lenguaje asociado a la inteligencia de las máquinas se habla mucho también de dos conceptos: Machine Learning y Deep Learning. Ambos son tipos de Inteligencia Artificial, es decir son ramas derivadas del concepto principal y tienen la capacidad de comprender concentraciones de datos (recuerden, los datos son el combustible de la IA), procesarlos y darle una salida; sin embargo el Deep Learning se diferencia ya que tiene una capacidad de análisis de información mucho más vasta debido a que usa un sistema complejo de procesamiento basado en superposición de capas no lineales o mejor conocidas como redes neuronales artificiales por su similitud de comportamiento al de las redes neuronales en el cerebro.

El tema de la inteligencia de las máquinas es bastante amplio y espero poder profundizar en temas específicos en artículos posteriores, no sin antes escribir al respecto del rol del humano en esta nueva revolución tecnológica: el humano canaliza, es el que aplica la tecnología para hacerla un arma de guerra o de paz, el humano conceptualiza y plantea los objetivos a cumplir, instruye a los demás al respecto de las posibilidades y alcances de la herramienta; y colabora con la tecnología para expandir los horizontes intelectuales y creativos.

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