Daft Punk ft. Giorgio Moroder: lecciones de innovación
Para los que no lo conozcáis, Giorgio Moroder es un productor y compositor musical italiano nacido en el año 1940, que con su gran uso de sintetizadores en la década de los 70 innovó la música disco, abriendo camino para que más tarde fuera llamada Techno. Ganador de tres premios Oscar como compositor, es también conocido por ser el productor de algunas emblemáticas canciones de Donna Summer.
Ya en el año 2013, el popular dúo de productores franceses Daft Punk compuso la canción Giorgio by Moroder para su cuarto álbum de estudio, Random Access Memories, en la que Giorgio Moroder realiza un monólogo sobre sus comienzos y posterior carrera en la música, explicando como empezó a utilizar los sintetizadores y dejándonos dos grandes lecciones de innovación, cuando en las dos últimas frases de la canción saca las siguientes conclusiones:
Once you free your mind about a concept of harmony and music being correct, you can do whatever you want.
So, nobody told me what to do, and there was no preconception of what to do.
Traducido al español:
Una vez que abandones la idea que la harmonía y la música sean las correctas, puedes hacer todo lo que quieras.
Así que, nadie me dijo lo que hacer, y no había perjuicio de lo que hacer.
Sin duda, la lección de la primera frase la podríamos adaptar al diseño industrial simplemente cambiando el concepto que nos menciona ligado a la música por el adecuado al diseño:
Una vez que abandones la idea que la [……….] y el diseño sean las correctas, puedes hacer todo lo que quieras.
Y sí, he dejado el espacio en puntos suspensivos para dejar tiempo a la reflexión, porque yo ya he sacado mis propias conclusiones, y sería un muy buen ejercicio que cada cual reflexionara y sacara las suyas propias.
Por otro lado, la segunda frase me trajo a la mente mi anterior artículo Jonathan Ive en Blue Peter: ‘Thinking Outside The Box’, donde ya se comentaba los inconvenientes que muchas veces supone tener ideas preconcebidas a la hora de abordar un nuevo proyecto, lo que limita la posibilidad de desarrollar posibles soluciones desde puntos de vista diferentes. Para evitar esto, algo también muy recomendable en determinados casos, es realizar después de una primera fase de conceptualización y experimentación el tan necesario estudio de mercado.
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