ANYBODY CAN BE A MEXICAN DESIGNER: la provocadora máquina interactiva que usa IA para cuestionar el binomio diseño e identidad

¿Alguna vez has soñado con diseñar algo genuinamente ‘mexicano’? Con esta pregunta nuestros buenos amigos de la Cooperativa Panorámica en México nos envían esta información sobre este reciente trabajo de una ‘máquina de hacer diseño’.

Del 7 al 11 de febrero de este año se presentó, en el marco de una de las plataformas de arte y diseño más grandes de Latinoamérica Zona Maco Diseño en el Centro Citibanamex de la Ciudad de México, el proyecto ANYBODY CAN BE A MEXICAN DESIGNER (even if you are not a designer nor Mexican) del colectivo Cooperativa Panorámica, una provocadora instalación que pretende cuestionar la tarea de diseñar no solo en México, si no a nivel global.

La instalación interactiva es una fusión entre diseño y tecnología: una ‘máquina’ creadora de diseño mexicano que invita al usuario a participar activamente en el proceso de creación. Mediante instrucciones personalizadas, esta máquina guía a los participantes en un proceso creativo único y a la vez que convencional, asistiéndolos en la conceptualización y creación de su propio diseño mexicano.

¿Qué significa realmente ser un ‘diseñador mexicano’? Esta pregunta esencial yace en el corazón del proyecto, particularmente en una época donde la cultura mexicana ha sido tanto celebrada como apropiada en el escenario mundial. La instalación o ‘máquina’ se convierte en una metáfora de reflexión y cuestionamiento, un catalizador que despertaba preguntas sobre el verdadero valor de lo que conocemos convencionalmente como “creatividad” y la interacción entre la inteligencia humana y la artificial.

En ANYBODY CAN BE A MEXICAN DESIGNER, los visitantes se enfrentaron a una serie de decisiones que los guiaron en la creación de un objeto de diseño único. Como en un terminal ATM, con una moneda de 10 pesos y a través de preguntas intuitivas y el uso de inteligencia artificial, la instalación permitió a los participantes experimentar la fusión de diferentes influencias y estilos que habían sido usados en repetidas ocasiones en el pasado. Desde la rica historia del Neo Prehispánico hasta el aclamado modernismo mexicano y la vibrante cultura popular en México, el catálogo de referencias abarcó un espectro amplio de lo que comúnmente imaginamos del diseño en México.

Este proyecto propuso una reflexión crítica sobre el verdadero valor de la creatividad, la apropiación cultural y la identidad en un mundo globalizado. Al permitir que los visitantes se convirtieran en creadores, ANYBODY CAN BE A MEXICAN DESIGNER se convirtió en un comentario sobre cómo se perciben, interpretan y consumen las expresiones culturales en la era contemporánea. El proceso de diseño comenzó con una invitación abierta: ¿Alguna vez habías soñado con diseñar algo genuinamente ‘mexicano’? Cada elección, cada preferencia del usuario, alimentó un algoritmo impulsado por inteligencia artificial. Este sistema, lejos de ser una simple herramienta de generación, se convirtió en una declaración sobre la naturaleza de la creatividad y la autoría en la era moderna. El diseño mexicano, tal como lo conocíamos, se reveló no como una entidad fija, sino como una fórmula en constante cambio, susceptible de ser redefinida y expandida, no solo dentro de las fronteras de México, sino en el escenario global.

En el centro de ANYBODY CAN BE A MEXICAN DESIGNER, aparece una pieza de ingeniería tan provocativa como eficiente: una máquina creadora de diseño asistida por inteligencia artificial. Esta máquina no es solo una herramienta, sino un símbolo potente de un nuevo amanecer en el diseño y la creatividad, comparable a la introducción de la máquina de vapor en la Revolución Industrial o a la adopción de tecnologías CAD en la modernización del proceso de diseño. Representa el alba de la era de la inteligencia artificial, marcando un punto de inflexión en la historia del diseño y la creación.

Su estética, influenciada por la icónica escuela de Ulm, es una fusión de simplicidad y funcionalidad, reflejando un optimismo hacia esta nueva era. Sin embargo, esta máquina es mucho más que un simple vehículo para la expresión creativa; es una provocación viviente. Al reemplazar al humano en ciertos aspectos del proceso creativo, nos obliga a replantearnos lo que entendemos por creatividad y autoría. La máquina desafía la noción tradicional de que el diseño es un dominio puramente humano, abriendo un diálogo sobre el papel de la tecnología en la evolución del diseño.

Proyectos como esta instalación nos obliga a enfrentar preguntas incómodas y reveladoras como: ¿Qué sucede si ahora una máquina puede realizar el trabajo que tradicionalmente ha sido dominio exclusivo de los diseñadores? ¿Quién posee realmente la autoría de una obra cuando la tecnología y la inteligencia artificial entran en juego? ¿Hasta dónde se extienden las fronteras de la originalidad en un mundo donde las influencias culturales se entrecruzan libremente? Estas inquietudes se entrelazan con una crítica igual de profunda sobre el verdadero valor del diseño producido en México en la actualidad.

ANYBODY CAN BE A MEXICAN DESIGNER, más que una mera herramienta creativa, pretende ser un instrumento de reflexión. La ‘máquina’ diseñadora desafía la tendencia a lo fácilmente replicable, lo obvio, lo superficialmente atractivo. Nos confronta con la posibilidad de que la autenticidad en el diseño no radica en la mera adhesión a estéticas, referencias y estilos reconocibles, sino en la búsqueda constante de expresiones genuinas y significativas.

Integrada por José de la O, Ian Ortega, Jorge Diego Etienne y Joel Escalona, Cooperativa Panorámica, un colectivo de diseñadores mexicanos, se ha consolidado como un referente en el ámbito del diseño crítico y experimental.

Información

Cooperativa Panorámica
www.wearepanoramica.com

Zona Maco Diseño
www.zsonamaco.com

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