Accesorios: familia de productos y rémoras en el diseño
Hay conceptos en el desarrollo de productos que a mi especialmente me gustan. Una ‘familia de productos’ es un noción que habla de lo visual, del fenotipo, sobre las características de determinados productos, pero de naturaleza estructural, del genotipo. Se trata de una analogía exitosa, basada en una de las agrupaciones más importantes de la sociedad. Podemos imaginar, dentro de una familia, todas las posibilidades y combinaciones posibles: núcleo familiar, gran familia, hermanos, padres, primos. Las relaciones que existen entre los miembros de una familia pueden perfectamente ser aplicadas a la conceptualización de productos.
Podríamos pensar inclusive que términos genealógicos: para la Volkswagen, el escarabajo es el abuelo de los modelos actuales de esta firma. En 1934, cuando la industria automotriz en Alemania comenzaba a dar sus primeros pasos, el dictador Adolf Hitler prácticamente ordenó a Ferdinand Porsche a que diseñara un vehículo simple, de bajo costo, una carro familiar, un vehículo para el pueblo.El VW Beetle, una historia mucho más complicada, de donde surgió uno de los íconos del diseño más importantes del siglo XX.
En estas lámparas de aceite fabricadas en porcelana y acero inoxidable, del diseñador danés Christian Bjørn, las diferencias entre cada uno de los miembros de la familia son básicamente de tamaño.
En espacios como el hogar son muy comunes ver estas serie de agrupaciones de productos, especialmente en el baño y en la cocina. Empresas como la conocida firma OXO, fabricantes y comercializadores de líneas de productos para la cocina y otras áreas domésticas, tienen amplia experiencia en la creación de familias de productos. En esta familia se puede ver claramente la ‘filiación’ formal conformada por los tratamientos y uso de los materiales en los mangos. Igual que en una familia, un hermano médico y el otro músico, todos estos productos pertenecen a una familia, pero tienen propósitos diferentes.
Otras familias de productos son un poco más complicadas, pero han generado conceptos de diseño muy conocidos por todos. Los llamados ‘KITS‘ son un grupo de objetos o artículos que se utilizan para propósito específico. Todos conocemos este concepto. Algunos ya son parte de nuestro vocabulario, como el kit de primeros auxilios (first-aid kit). En casi todas las actividades aparecen los kits. Se trata de un grupo familiar con habilidades ad-hoc. Algunos de forma muy específica y casi siempre para situaciones de emergencia, otros como objetos que acompañan rituales o actividades muy especiales.
Hace algún tiempo presentamos en este espacio el proyecto Masiluleke, una iniciativa desarrollada por la firma Frog Design junto a otras instituciones que proponen, dentro de un ecosistema de medios, algunas soluciones para la prevención en el contagio del virus del HIV. La propuesta incluye un kit casero para realizar la prueba del HIV.
Otro caso muy particular dentro de una familia de personas es el surgimiento del ‘genio’ o posiblemente del ‘hombre orquesta’. Aquel que es tan bueno tocando violín, como haciendo deportes extremos. Capaz de cocinar verdaderos platos gourmet y también resolver complejas ecuaciones matemáticas. En el campo del desarrollo de productos este tipo de miembro de la familia podría ser comparado con la “herramienta multiuso”. Diseñar productos donde la forma pueda permitir múltiples funciones es un paradigma recurrente utilizado por diseñadores. Algunas veces, un vicio crónico que tiene resultados infelices, pero en los casos donde se alcanzan buenas respuestas, los proyectos tienen un sentido especial.
La imagen más robusta sobre este concepto de herramienta multiuso es la conocida navaja suiza (swiss army knife). Un producto inventado por el suizo Karl Elsener en 1891 y patentado en 1897. Inicialmente diseñada para el ejército Suizo, donde se incluía un destornillador para el mantenimiento de los rifles y que luego se convertiría en un ícono del diseño.
Productos diseñados como accesorios, a veces convertidos en verdaderos gadgets, surgen como estrategias de proyecto, pero fundamentalmente como oportunidades de negocio. Hay muchos casos que aquí podríamos relatar. Casi todos basados en el aumento de las capacidades y bondades de algún producto en particular. El accesorio garantiza a una empresa la posibilidad de ventas de otros productos. En cualquiera de los casos, sea para reparar una falla de proyecto, ofrecer diferenciación de productos o para ampliar las prestaciones del dispositivo, esta práctica continúa siendo una actividad habitual en el ejercicio profesional del diseño industrial.
Los resultados de esta operación de proyecto los vemos continuamente en el mercado. Especialmente en la proliferación de pequeños dispositivos diseñados para productos que han alcanzado éxito en el mercado. El fenómeno de los productos Apple ha producido esta operación de diseño de manera casi endémica. Con la aparición del teléfono celular de Apple, el famoso iPhone, miles de proyectos de accesorios han surgido en el mercado. Basta con hacer una búsqueda en internet con la frase “iphone stands” y surgirán accesorios de cualquier tipo y para diferentes propósitos. Desde simples forros para la personalización del dispositivo, hasta complicados aparatos que incluyen el uso de estos teléfonos.
Usamos el iPhone como ejemplo para explorar un concepto muy particular en el tema de los accesorios: las rémoras. Según el diccionario dos definiciones surgen: 1. Pez osteíctio perciforme marino con un disco oval encima de la cabeza,con el cual se adhiere a los objetos flotantes y a otros peces con los que establece relaciones de comensalismo. 2. Obstáculo que detiene o entorpece. Ambas definiciones podrían perfectamente ser utilizadas como concepto para este tipo de productos.
Un buen ejemplo de un accesorio-rémora es el Mobile Tail del estudio de diseño coreano Studiooo Factory de Sangwoo Park y Jongwon Park. Una pequeña pieza fabricada en goma de silicona líquida (liquid silicon rubber – LSR) en forma de ‘cola de ratón’ que se adhiere en la parte trasera del iPhone y permite colocarlo en diferentes posiciones. Este proyectos ha recibido algunos premios como el Red Dot Design en la categoría de Conceptos y recientemente ganador del premio Tokyo Designers Week 2011
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Con la misma idea del Mobile Tail, aparece este otro llamado iPlunge, basado en la imagen de un chupón para destapar cañerías, chupón de plomero. Esta propuesta mucho más sencilla en términos de fabricación que utiliza la madera como soporte del paral y proporciona una imagen de contraste estético muy interesante.
Mucho más elaborado y con posibilidades de uso de mayor aliento, encontramos el Glift, una pieza fabricada en plástico reciclado recubierto de goma, con posibilidades de colocar el teléfono en varias posiciones y una función adicional y muy importante: colocarlo en un trípode. Este proyecto, desarrollado por los diseñadores Dan Provost y Tom Gerhardt del Estudio Neat en la ciudad de New York. Este proyecto fue inicialmente lanzado en 2010 en la plataforma KickStarter, una iniciativa que permite buscar fondos para desarrollo de proyectos.
Finalmente algunos accesorios realizados especialmente para el iPhone y que experimentan una diversidad de formas, materiales, propósitos y estéticas. En el mercado hay otros proyectos muy interesantes como el Red Pop, desarrollado por la empresa británica Beep Industries, un accesorio muy bien diseñado que convierte el iPhone en una cámara fotográfica. Todos ellos accesorios-rémoras, que a diferencia de lo que ocurre con los animales, están condenados a servir hasta que el producto del cual parasitan termine su ciclo de vida.
El concepto de ‘familia de productos’ ayuda a estudiantes de diseño industrial a conocer las posibilidades de crecimiento y desarrollo de una propuesta. Igualmente, para los fabricantes es de gran ayuda para orientar los esfuerzos diseño en el desarrollo de sus productos.
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