Juan Cortizo: diseño industrial venezolano con identidad y propósito, en el SaloneSatellite 2025

El diseñador industrial venezolano Juan Cortizo, egresado del Instituto de Diseño de Caracas en 2024, recibió una Mención Especial en el prestigioso SaloneSatellite del Salone del Mobile.Milano 2025, realizado del 7 al 13 de abril en Milán, uno de los escenarios más relevantes a nivel internacional para jóvenes talentos del diseño.
En esta edición del SaloneSatellite, el diseñador presentó Quibor, una colección de productos que fusiona tecnología con técnicas tradicionales de la artesanía venezolana, desarrollada como parte de su trabajo de grado bajo la tutoría del profesor Jorge Wahbeh, actual director del Instituto. El proyecto fue distinguido entre más de 130 propuestas de diseñadores menores de 35 años, gracias a su sensibilidad formal, riqueza material y profundidad conceptual.
La edición 26 del SaloneSatellite, bajo el lema New Craftsmanship: A New World (Nueva Artesanía: Un Nuevo Mundo), propuso un desafío claro: imaginar un nuevo mundo desde la renovación de los oficios tradicionales. La curaduría, liderada por la reconocida promotora del diseño y fundadora del espacio, la venezolana Marva Griffin Wilshire, celebró propuestas que integran saberes ancestrales con herramientas contemporáneas como el diseño generativo, la fabricación digital y la impresión 3D. Este año, las tradiciones fueron protagonistas al dialogar con la circularidad, la innovación y los lenguajes del futuro.
Como parte del reconocimiento, Juan Cortizo también fue distinguido con el Róng Design Award, que le otorga una residencia de un mes en la Biblioteca de Diseño de Yuhang, en Hangzhou, China — un espacio de encuentro entre diseñadores, investigadores y artesanos del mundo.


Una breve conversación con este joven diseñador venezolano, donde comparte algunas ideas sobre su proceso, su inspiración y el proyecto que lo llevó al SaloneSatellite:
¿Cuánto tiempo te tomó desarrollar Quibor y cómo fue ese proceso?
Quibor nació como parte de un proyecto académico en el Instituto de Diseño de Caracas. Soy diseñador industrial, y mi trabajo de grado consistía en desarrollar una línea de electrodomésticos que integrara técnicas y materiales artesanales de Venezuela. Buscábamos poner en valor esa riqueza artesanal colaborando directamente con una familia que aceptó explorar nuevas formas de hacer y salir de su zona de confort.
Gracias al desempeño del proyecto, me ofrecieron la oportunidad de quedarme en el Instituto y continuar desarrollándolo a un nivel más profesional. Después de poco más de un año de trabajo y evolución, Quibor llega al Salone Satellite como una propuesta madura, pero con el miesmo propósito de su inicio.

¿Cómo fue el encuentro con los artesanos de Quibor? ¿Cómo se dio esa colaboración?
Al inicio del proyecto hicimos una visita a Quíbor, en el estado Lara, cerca de Barquisimeto. Allí conocimos a muchas personas creativas: artesanos que nos compartieron sus procesos y su forma de entender el trabajo manual. Esa experiencia fue la chispa que inspiró el desarrollo de mi proyecto académico. Fue, sin duda, el lugar donde todo comenzó.

¿Crees que las formas y materiales que usaste aportan algo a la calidad acústica del altavoz?
Los materiales utilizados siempre suman valor al proyecto, especialmente porque la madera tropical de la región ha sido tradicionalmente empleada en la fabricación de instrumentos musicales populares en Venezuela. Esa carga cultural y sonora aporta una dimensión singular al diseño.

¿Qué otros objetos crees que podrían mejorar la calidad de vida o el trabajo de los artesanos?
Tengo muchos otros proyectos en camino, todos pensados para ser desarrollados junto a comunidades de artesanos, y que iré dando a conocer en los próximos años.
¿Qué otros proyectos de diseño te interesan o te gustaría explorar en el futuro?
Mi enfoque está profundamente inspirado en revalorizar y dar visibilidad al trabajo artesanal del país.


Diseño con maderas venezolanas: legado y renovación
El proyecto Quibor retoma una línea de pensamiento y producción que ha estado presente en Venezuela desde hace décadas: la colaboración entre diseñadores y artesanos locales, especialmente en regiones como Quibor y Guadalupe, en el estado Lara. Figuras como Miguel Arroyo, Emile Vestuti y Jorge Rivas ya habían explorado esa intersección fértil entre el diseño moderno y las técnicas tradicionales.
Más recientemente, el arquitecto y diseñador Israel Almarza ha continuado esta línea con su proyecto Objetos DAC, trabajando también con artesanos de Guadalupe y explorando las posibilidades expresivas de las maderas venezolanas. Israel participó en el SaloneSatellite 2010, consolidando una presencia sostenida del talento venezolano en este escenario internacional.
En toda Latinoamérica, y en Iberoamérica en general, las escuelas de diseño, junto con diversas iniciativas públicas y privadas, han promovido el reconocimiento del vínculo entre diseño y artesanía como una estrategia clave para el desarrollo local, la innovación cultural y la sostenibilidad productiva. El trabajo de Juan Cortizo se inscribe en esta idea, proyectando desde lo local hacia lo global una mirada sensible y contemporánea.
Dos retos fundamentales emergen cuando el diseño se aproxima al mundo de la artesanía. Por un lado, está el desafío de identificar con claridad el valor real que aporta el diseño en los procesos de transformación del material y la creación. Por otro, una dimensión igualmente crucial: la responsabilidad ética con las comunidades de artesanos, especialmente en la comercialización, visibilidad y reconocimiento justo de su trabajo.
Información
Proyecto Quibor / Juan Cortizo
www.quibor.disegno.com
Salone del Mobile / Milano
SaloneSatellite