Acordes Visuales: sistema tridimensional de relaciones armónicas en la música

La conexiones entre la música y el diseño son poderosas. La fascinación y el legado en la construcción de instrumentos y artefactos para la producción de sonidos se pierde de vista. La música ocurre en un espacio acústico que percibimos a través del sentido del oído y el lenguaje de la música posee un código que permite reproducirlo. Este lenguaje que se conoce como armonía, está construido a partir de relaciones y aquí ocurren en el terreno de la física, de las relaciones matemáticas del sonido.

El diseñador gráfico venezolano Mauricio Vivas, egresado en 2011 de Prodiseño – Escuela de Comunicación Visual y Diseño en Caracas, terminó recientemente su trabajo de grado en la Academia de Artes Visuales de Leipzig en Alemania. El Diplom de Mauricio lleva el nombre de Sistema geométrico de visualización de relaciones musicales armónicas. Comprender la armonía de los juguetes de papel (Geometrisches System der Visualisierung von harmonischen musikalischen Beziehungen. Die Harmonie durch Papierspielzeuge verstehen). Se trata de una aproximación gráfica y tridimensional para el estudio y comprensión de la música. El resultado son unas sofisticadas y sesudas piezas impresas y una suerte de estructuras de papel que sirven de herramientas para introducirse en el mundo matemático y geométrico del espacio acústico en el que vive la música.

En una conversación que tuvimos, Mauricio nos cuenta: «antes de graduarme en ProDiseño, hubo una exposición en Caracas en 2007 llamada “Venezuela en Leipzig” curada por Carmen Alicia Di Pasquale, que reunía distintos libros venezolanos que han recibido premios y reconocimientos en la feria internacional del libro de Leipzig, donde se realiza desde 1991 el certamen de Los libros más bellos del mundo (Schönste Bücher aus aller Welt) de la fundación Stiftung Buchkunst. Desde ese momento sentí mucha curiosidad por Leipzig y me preguntaba como sería estudiar allí. Un par de años después, ya graduado de ProDiseño, armé un portafolio con algunos de mis trabajos de la escuela y otros independientes y lo envié a la HGB  Hochschule für Grafik und Buchkunst – Leipzig. ¡Para mi sorpresa, fui aceptado! Así que me fui a Alemania sin pensarlo mucho».

¿Qué nos puedes decir de la HGB Leipzig, cómo es la escuela? ¿Cómo hiciste con el alemán? ¿Cuánto tiempo fue esta segunda carrera?

La HGB fue una perfecta continuación luego de mis estudios en ProDiseño. Por ser una escuela de artes es bastante liberal y prácticamente puedes desarrollar proyectos en cualquier área que te provoque, por más locos o incoherentes que parezcan. En ese contexto de experimentación y ensayo-error uno se encontraba con cualquier cantidad de proyectos interesantísimos de estudiantes de distintas áreas: Diseño, Artes plásticas, Fotografía, Medienkunst, Arte conceptual, etc. En las mismas clases y talleres nos reuníamos alumnos que estaban apenas entrando a la escuela junto con otros que ya llevaban años allí, lo cual también motivaba muchísimo.

El alemán es una pesadilla. ¡Pero se puede! Yo tuve que aprender lo básico bastante rápido porque apenas tuve 4 meses estudiando antes de empezar en la uni y las clases eran en alemán. Pero incluso ahora, luego de 4 años aquí, a veces sigo expresándome como un cavernícola.

¿Cuándo y cómo surgió este tema para el trabajo final de grado?

El tema de mi diploma surgió de manera espontánea. En mis primeros años en Alemania no tenía trabajo y, como muchos venezolanos que han emigrado últimamente, salí del país con muy poco dinero ahorrado. Así que en algún momento quise probar suerte dando clases de acordeón. A pesar de que nunca estudié música de manera formal, desde hace varios años me he interesado mucho por la teoría musical, sobre todo a nivel armónico. Ese conocimiento es indispensable para entender un instrumento complejo como el acordeón. En mis clases de acordeón, sin embargo, se me hacía a veces imposible comunicar mis ideas, en parte por el idioma y en parte porque, al tener una formación musical autodidacta y desorganizada, nunca había tenido que formular en palabras mi manera de entender la música, y de manera natural siempre terminaba explicándome a través de esquemas y “dibujitos”. Así que decidí diseñar un pequeño folleto que me sirviera de material de apoyo para las clases y así empezó todo. Al comenzar a desarrollar los esquemas me di cuenta de que necesitaba que las partes giraran, se movieran e interactuaran entre ellas de manera más flexible. Rápidamente el proyecto cambió: de diseñar un folleto a desarrollar juguetes de papel.

La geometría del espacio acústico ha sido explorado antes por algunos autores, ¿cuáles son las referencias geométricas más importantes y que sirven de base a este trabajo?

Entre las referencias más importantes esta la “Tonnetz” del matemático suizo Leonhard Euler (Tentamen novae theoriae musicae, 1739), las notaciones gráficas de algunos vangardistas norteamericanos y europeos como Iannis Xenakis, John Cage y Karlheinz Stockhausen, los esquemas musicales y el círculo de quintas de John Coltrane y, por supuesto, las antiguas exploraciones pitagóricas sobre geometría y música.

Me gusta que uno de los resultados más importantes del trabajo es un artefacto interactivo, usado en otras formas de cálculo y/o comparación de datos. ¿Hubo tiempo de hacer test con personas usándolo?

Si. Cuando surgió la idea de hacer los juguetes interactivos, lo primero que hice fue construir un prototipo y llevarlo a mis clases de acordeón. Y fué muy motivante ver que en realidad ayudaba muchísimo a los chicos a la hora de entender las relaciones entre escalas y acordes, y la manera en que interactúan las distintas estructuras de intervalos, transposiciones, etc. Sobre todo, aspectos de la “Stuffentheorie”, que a veces pueden ser complicados de entender para estudiantes de música, parecían muy sencillos y “obvios” al estudiarlos a través de este artefacto.

Este primer prototipo también me ayudó a mi mismo a entender muchos aspectos de la armonía que antes ignoraba, y cada vez que me sentaba a estudiarlo, encontraba nuevas relaciones y nuevas perspectivas. En ese momento entendí que yo no había inventado nada, sino que me había encontrado por casualidad con todo un mundo de relaciones estructurales que están presentes en la música y en el espacio acústico en general, y que, por su naturaleza, son fácilmente traducibles a lenguajes geométricos.

¿Cuáles consideras que son los aportes más significativos de tu trabajo, según tu propia evaluación o según el feedback que recibiste de tus profesores durante la defensa?

Creo que uno de los aportes fundamentales del proyecto es que ofrece una manera simple de entender contenidos de la teoría musical que, desde otra perspectiva, pueden ser muy complicados y engorrosos. También la simpleza en cuanto a materiales, tecnología y producción. En principio, cualquiera que tenga interés podría imprimir las piezas en casa y ensamblarlas muy fácilmente con ayuda de instrucciones sencillas.

Recientemente hicieron un proyecto digital basado en las famosas tablas de ergonomía de Humanscale de Henry Dreyfuss, que tenían ese mismo aspecto de interactividad. ¿Has pensado en alguna forma aplicación digital del trabajo?

El tema de la App ha estado siempre presente, pero es algo que he estado evitando por ahora. Me parece que se puede lograr un buen nivel de interactividad sin necesidad de un medio digital, y sin la distancia que impone una interfaz, a nivel sensorial y en cuanto a experiencia. Me parece importante en principio trabajar con objetos reales, manipulables y analógicos, así como lo son los instrumentos musicales, y sin depender tanto de los “efectos” que ofrece la programación y los medios digitales. Sin embargo, la idea de desarrollar una App sigue en pie y es algo que vendrá con el tiempo. Cuando todas las partes funcionen e interactúen correctamente de manera analógica, traducirlas a medios digitales será relativamente sencillo y rápido.

Me gustan mucho los modelos tridimensionales de visualización de los acordes, de las columnas de acordes. ¿Tú crees que la belleza que surge de las relaciones geométricas visuales del sonido tiene el mismo valor como herramienta pedagógica? Esto por supuesto lo veremos cuando se use por mucha gente y tengamos un buen feedback de uso, pero desde ahora se podrían pensar en los mejores escenarios para comercializarlo. ¿Dónde imaginas tú que este material puede tener mejor uso?

Eso es algo que aún está en proceso. Las columnas de acordes son estructuras que dentro de este trabajo, han venido surgiendo casi por si solas, y que sinceramente yo mismo aún no comprendo en profundidad. Definitivamente pueden tener muy alto valor como herramienta pedagógica, pero las relaciones que muestran son mucho más complejas y hay muchísimas más variables presentes que, por ejemplo, en las ruedas de escalas y acordes y para poder utilizarlas como material pedagógico, habría aún que desarrollar una serie de materiales que lo acompañen. Yo veo estas columnas como “mapas” tridimensionales de relaciones armónicas, con distintos Layers de complejidad que interactúan entre sí y se influencian unos a otros.

En el 2017, para la exhibición anual de la HGB, contruí una de estas columnas a una escala un poco más grande, conectada a un teclado MIDI que, aparte de producir sonido, activaba luces LED en las aristas de la columna. Los visitantes podían tocar el teclado y esto se traducía a tiempo real en las formas geométricas correspondientes en el cuerpo de la columna. Como instalación artística interactiva funcionó muy bien, pero allí también pude observar que el contenido es tan complejo que muy pocas personas realmente se tomaron el tiempo para tratar de entender lo que allí estaba pasando. También han surgido ideas de construir estos cuerpos en escalas muy grandes, como una instalación sonora-espacial que ofrezca una experiencia interactiva, donde la gente pueda literalmente caminar en el interior y sumergirse dentro de esta geometría sonora. Hay muchas ideas… ¡Ya veremos en que para todo esto!

¿Qué le falta al trabajo y cuáles son los siguientes pasos?

El siguiente paso es terminar de desarrollar el libro, armar un pequeño equipo interdisciplinario con diseñadores y profesionales en el campo de la teoría musical y con ellos tratar de ir un poco más profundo en los contenidos y las maneras más apropiadas para representarlos. Algunas piezas, como las ruedas de acordes y escalas, están ya en un estado en el que podrían ser comercializadas como herramientas didácticas. Eso es algo que también viene pronto. La idea de la App y las instalaciones espaciales también es algo que me encantaría desarrollar en el futuro.

¿Qué piensas hacer ahora que terminaste la escuela?

Ahora que terminé mi Diplom en la HGB me gustaría entrar al programa “Meister-Schüler Studium”, que me permitiría seguir desarrollando este trabajo por 2 años más en conjunto con un tutor. Eso sería una excelente oportunidad para continuar con el diseño del libro. También desde que salí de la escuela he estado dedicándole más tiempo a la música y al estudio de la armonía. Ahora en Agosto con mi banda de Venezuela, la Gypsy Ska Orquesta, tendremos nuestra séptima gira europea y en Leipzig he estado trabajando con amigos y colegas músicos en un proyecto de música West-African llamado Mayakan, que también me tiene muy motivado.

¿Cómo ves la cosa en Venezuela, sigues conectado con la gente allá?

Lamentablemente he perdido mucho el contacto con Venezuela, ya que mi familia también abandonó el país en los últimos 2 años. También luego de las protestas del 2017 y la jugada de la Asamblea Constituyente creo que perdí las esperanzas y me distancié bastante de todo lo que pasa allá.

“All musicians are subconsciously mathematicians”,
Thelonious Monk

Información

Mauricio Vivas / Diseñador, Ilustrador, Director Creativo
www.behance.net/mahvivas

Gipsy Ska Orquesta
www.reverbnation.com/gypsyskaorquesta