Guajiro: mobiliario + cestería cubana de Carilyn de la Vega y Carlos Pérez
Revisitar procesos de construcción y técnicas tradicionales en actividades que forman parte de la cultura de los pueblos ha sido una de las maneras más claras de crear plataformas de diálogo en forma de artefactos entre el diseño y la artesanía. Lo vimos aquí en proyectos como La Norestense, la mecedora regiomontana del diseñador mexicano Christian Vivanco o en la interpretación de la silla tradicional andaluza LaFresca de los diseñadores Damián López y Granada Barrero en España. Estas piezas de mobiliario ayudan en la comprensión de las interesantes tensiones entre ‘lo artesanal’ y ‘lo diseñado’. Diferentes rutas en esta misma dirección han sido exploradas con resultados muy diversos. Así vimos el trabajo de la diseñadora venezolana María Teresa del Castillo de objetos con otras funciones bajo la marca Biorbe y la Demi Collection, una mirada digital de la geometría en la cestería tradicional producida por el diseñador coreano Seung Yong Song.
Una grata coincidencia fue asistir a la inauguración de Guajiro, la colección de mobiliario de los diseñadores cubanos Carilyn de la Vega, diseñadora industrial y profesora del ISDI – Instituto Superior de Diseño, en colaboración con el diseñador gráfico e ilustrador Carlos Pérez Zamora. En una visita reciente a La Habana y acompañado de un grupo de estudiantes del taller de diseño: Designing with Limited Resources“, una experiencia de colaboración entre el ISDI de Cuba y Pratt Institute de Nueva York, tuvimos la oportunidad de trabajar junto estudiantes y profesores de la escuela en los espacios de la FAC – Fábrica de Arte Cubano, donde fue montada la exhibición Guajiro y el lugar de mayor agitación cultural actualmente en capital caribeña.
La exposición, que estará abierta hasta finales del mes de abril en la Nave 1 de la FAC en la sección de Arquitectura y Diseño, recoge el trabajo desarrollado por estos dos diseñadores, con el apoyo de la Embajada de Noruega en un trabajo de colaboración con el taller de madera del Grupo Creativo Humidores Habana, la experimentada comunidad de artesanos del Malecón sin Agua en La Habana y las piezas de hierro fabricadas en el taller de Artes Bellavista.
Guajiro es un proyecto que se inspira en la forma del tradicional sombrero tejido que usan los campesinos cubanos. «La labor al sol los obliga a emplear como protección esta prenda, que ha trascendido como símbolo de cubanía y muestra de una de nuestras más populares tradiciones artesanales: la cestería», explica Carilyn sobre el proyecto.
La intención de este trabajo es revalorizar la cestería local, con piezas del paisaje doméstico como el mobiliario e integrando formas expresivas y funcionales. Esta primera colección la conforman una mesa pequeña y baja, un sofá, un taburete y una luminaria. Cada una de las piezas en Guajiro recrea el sombrero a través de diferentes historias y en algunas de ellas se unifican funciones del mobiliario que usamos en casa, como soportes para la iluminación o contenedores que funcionan como lámparas.
Las ideas que mueven las formas de esta colección: «la mesa es el eje del concepto y recrea una anécdota común: luego de la jornada laboral los campesinos llegan a casa y suelen dejar el sombrero encima de la mesa como indicio de descanso. Es ese instante el que explora este mueble, pero se reinterpreta a través de una connotación metafórica e inesperada del sombrero: de día se carga de la energía del sol y del trabajo, y de noche la libera como luz».
Las formas cónicas que surgen en la superficie tejida de las piezas, como si la silueta de un sombrero se fundiera en el mueble y que sirven de motor de la exploración, nos comentan Carilyn y Carlos que fueron también una de las claves para la integración del trabajo de cestería de los artesanos con las piezas de madera.
Los materiales y técnicas empleados son el guaniquiqui tejido en las zonas de soporte, la herrería para estructurar el guaniquiqui y la madera jequitibá en los bastidores.
Durante una semana estuvimos en la Habana con el taller de diseño: Diseñando con Recursos Limitados, en la tercera edición de una experiencia académica de colaboración entre dos escuelas. Un taller de diseño de producto que trabaja y reflexiona en las tensiones entre la abundancia y la escasez. Un Studio que se plantea la posibilidad de diseñar artefactos que puedan perfectamente vivir en Cuba o en Nueva York.
El trabajo entre diseñadores y artesanos es un proceso lleno de pequeñas historias. Una experiencia de diseño que toca las fibras de la identidad, al mismo tiempo que reclama los beneficios reales de los aportes del diseño y de las propias comunidades de artesanos. Una relación basada en el contacto humano y el diálogo generacional. Entre otras cosas, pudimos conversar con los diseñadores sobre esta relación y sobre el singular proceso para extraer fibras con diferentes secciones, unas planas y otras circulares, que dan el carácter al tejido.
Este bonito trabajo de la Colección Guajiro habla de la sensibilidad que se necesita en los proyectos que operan en el poderoso e inmensamente frágil, territorio entre la artesanía y el diseño.
Un dato curioso aparece en las etimologías populares de la palabra Guajiro, que en Cuba se refiere a los campesinos. Algunos la ubican en el siglo XIX proveniente de la expresión en inglés war heroes sobre los campesinos que luchaban contra el ejército español. Otros estudiosos del lenguaje sostienen que la palabra guajiro proviene del pueblo indígena araucano y que significaba ‘señor’, ‘hombre poderoso’.
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